En los Ángeles de 1949, el gángster “Mickey” Cohen (Sean Penn), nacido en Brooklyn, es el implacable jefe de la mafia; dirige la ciudad a su antojo y todo pasa por él: armas, drogas, prostitutas y cualquier objeto robado. Su clan le protege y le venera, lo consideran su líder. Sus influencias llegan incluso al departamento de policía y algún que otro miembro de la política local. Pero un equipo especial de LAPD, liderado por los sargentos John O'Mara (Josh Brolin) y Jerry Wooters (Ryan Gosling), no se dejará influenciar ni intimidar por Cohen, e intentarán a toda costa detenerle y destruir su imperio.